Trata de un niño que dibujó una boa que se había tragado un elefante, y siempre que se lo enseñaba a los mayores, decían que el elefante era un sombrero. Pero un día se encontró con el Principito, y al enseñarle el dibujo, esté vio lo mismo que él veía, es decir, un elefante, y se hicieron amigos.
El Principito se encontró con una rosa a la que decidió cuidar, esta era muy bonita, pero también muy caprichosa, y por eso, el Principito decidió viajar a otros planetas. Pero todos le parecían aburridos, y decidió viajar a la Tierra. Allí, encontró a varios personajes, entre ellos: una serpiente, un zorro al que domestica, y por último se encuentra con su viejo amigo, que ahora ya es un adulto. El Principito, al final, tiene que morir porque simboliza la inocencia que una vez tuvo su amigo cuando era niño.
La mayoría de las veces las cosas importantes no las podemos ver con los ojos.
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